domingo, 10 de febrero de 2008

First thing first

O traducido a la lengua del jamón y los vinos, "lo primero es lo primero". Me gustaría hablar un poquito sobre el tema en contraposición al artículo que puse el otro día de "como joder a un diseñador gráfico", que parece que no, pero tiene más relación de lo que parece. El asunto es el siguiente ¿estamos al servicio de la publicidad y el marketing o es este quien está al servicio de nosotros?. Desgraciadamente me decanto a pensar más en lo segundo que en lo primero. Es un dilema ético en el que toca tragar y joderte, con el perdón de la palabra, ya que por mucho que fastidie tienes que pasar por el aro y hacer lo que puedas para comer.

porque hoy en día la figura del diseñador gráfico se ha convertido en una pieza anónima de los intereses de una empresa, que, jamás en la vida, va a mirar hacia otra parte que hacia lo que le conviene. La realidad es muy obvia, abundan escuelas de arte y diseño por todas partes, privadas, públicas, y hoy en día se ha convertido en una profesión bastante desarrollada por muchos jóvenes que buscan darle salida a ese potencial imaginativo y artístico que tienen. Yo soy uno de ellos. El caso es que hay una abundante cantidad de titulados en diseño en paro, o que tienen trabajos basura y que matarían por un buen cargo de diseñador. Aprovechándose de ello, las empresas ofrecen trabajos mal pagados a cambio de una buena cantidad de horas de agotador esfuerzo físico y neuronal, y lo hacen porque aunque sabe que no van a dar buenas condiciones de trabajos, hay una gran cantidad de personas dispuestos a partirse la mandíbula a codazos a cambio del trabajo.

Bien, pues lo dicho, tenemos una gran bolsa de trabajo, y empresas que le sacan tajada a ello. Estas empresas reciven encargos de diseño que hay que hacer de un día para otro o incluso menos, y por supuesto, a una panda de jóvenes cobrando 400 euros al mes por hacer una cantidad de proyectos apoteósica. Para mí hay está el problema, el jefe de turno piensa en como maximizar beneficios a toda costa, y eso significa aceptar la mayor cantidad posible de trabajos sin que te importe la calidad gráfica y comunicativa de los mismos. Los diseñadores se amargan viendo como se desperdicia su potencial, unos cuantos se forran a costa del trabajo ajeno, y otras empresas que querían invertir en su imagen o en algo de diseño, ven como les han cobrado un dineral por un trabajo de calidad mediocre, por lo que la fé en el diseño gráfico disminuye todavía más....

Y seguramente alguien me diría que no es siempre así, y que hay muchas agencias de diseño que hacen muy buenos trabajos a empresas y que estas están bien contentas con ellos, pero bueno, la mayor parte de empresas del país no son importantes y recurren a empresas gráficas de menor categoría, que basicamente trabajan como acabo de decir, por lo que el concepto de un verdader diseño se empobrece a pasos agigantados.

Entonces, ¿la publicidad al servicio del diseñador o al revés? es algo bastante abstracto de tratar, Mi punto de vista es que el diseño gráfico esta al servicio de la publicidad para apoyarla, y no para que el diseñador esté esclavizado y sodomizado por ella como muchas veces pasa. Un buen trabajo de diseño se hace codo a codo con el cliente, con muchísima comprensión por parte de los dos, tanto del diseñador para saber escuchar sus necesidades reales (¡no siempre lo que piensa, sino lo que de verdad necesitaría!) como el cliente saber escuchar lo que se le ofrece. Nada de situaciones como "ponme esto de esta forma, que lo que has hecho no me gusta". Y también mencionar cosas como que los diseñadores gráficos no tenemos ningún código ni leyes que nos protegan de verdad, tales como la capacidad de negarnos a hacer publicidad fraudulenta cuando sabes que te están pidiendo hacer algo engañoso, y que negarte a ahcerlo no signifique perder el trabajo, por ejemplo, y por supuesto, mandar a hacer puñetas a cualquier tipo que venga en plan del artículo de "como joder a un diseñador gráfico" que se crea que lo sabe todo y que te está haciendo un favor perdonándote la vida.

Me remito a una sabia frase de mi amigo Pepe, que decía: "Si a un arquitecto no le dices donde tiene que colocar el pilar maestro de una cosa, ¿por que le dices a un diseñador lo que tiene que hacer si tu no eres el profesional?" que gran frase....

Volviendo al tema del first thing first, quería decir que fue un manifesto escrito hace ocho años, en el 2000, y que ha servido para profetizar en gran parte la situación del diseño gráfico que sucedería si no se tomaban cartas en el asunto. Creo que cada persona que se dedique mínimamente a las artes gráficas debería leerlo y reflexionar un poco. No creo que se vayan a cambiar muchas cosas, la verdad, porque es muy dificil que un puñado de inconformistas quiera enfrentarse a un sistema económico y social implacable y pensar en ganar algo, pero al menos, ser conscientes de este tipo de cosas te mejoran insconcientemente a todos los niveles.

Por último, sea aquí el manifesto:














Nosotros, los abajofirmantes, somos diseñadores gráficos, directores de arte y comunicadores visuales que hemos sido educados en un mundo en el que se nos ha hecho creer que la publicidad y sus técnicas representan la más lucrativa, efectiva y más deseable manera de usar nuestro talento. Muchos diseñadores, profesores y maestros promueven esta creencia; el mercado lo premia; cantidad de libros y publicaciones lo refuerzan.


Empujados en esta dirección, los diseñadores aplican sus aptitudes y su imaginación para vender galletas para perros, café para diseñadores, diamantes, detergentes, gel para el cabello, cigarrillos, tarjetas de crédito, zapatillas deportivas, cremas tonificantes para el trasero, cerveza light y vehículos todoterreno. El trabajo comercial siempre ha pagado las facturas, pero muchos diseñadores gráficos han permitido que parezca, de alguna manera, que éso es lo que hacen los diseñadores. Ésto, en consecuencia, se convierte en cómo el mundo percibe el diseño. El tiempo y la energía de la profesión se utiliza construyendo la demanda de objetos que en el mejor de los casos son innecesarios.

Muchos de nosotros nos sentimos incómodos con esta visión del diseño. Los diseñadores que dedican su esfuerzo principalmente a la publicidad, al márketing y al desarrollo de marcas son defensores, e implícitamente aprueban, un entorno mental tan saturado de mensajes comerciales que está afectando a la manera misma en que los consumidores hablan, piensan, sienten, responden e interactúan. De alguna manera estamos todos colaborando en la redacción de un código de discurso público muy dañino imposible de cuantificar.

Hay objetivos que merecen más la pena en los que aplicar nuestros conocimientos de resolución de problemas. Esta crisis medioambiental, social y cultural sin precedentes merece nuestra atención. Muchas intervenciones culturales, campañas de márketing social, libros, revistas, exposiciones, herramientas educativas, programas de Televisión, películas, causas solidarias y otros proyectos de información visual requieren urgentemente nuestra experiencia y nuestra ayuda.

Proponemos un giro de prioridades en favor de una forma de comunicar más útil, duradera y democrática – una mentalidad más alejada del márketing y hacia la búsqueda y producción de un nuevo tipo de significados. El margen de debate se está reduciendo; debe crecer. Nadie responde al consumismo; éste debe ser desafiado por otras perspectivas expresadas, en parte, a través del lenguaje visual y de los recursos del diseño.

En 1964, 22 profesionales de la comunicación visual firmaron el manifiesto original para dar un uso más responsable a nuestro talento. Con la explosión de la cultura global de la comunicación, su mensaje es hoy más urgente. Hoy, renovamos su manifiesto con la esperanza de que no pasen muchas décadas antes de que se haga realidad.

Diseñadores a favor del manifiesto:

Jonathan Barnbrook
Nick Bell
Andrew Blauvelt
Hans Bockting
Irma Boom
Sheila Levrant de Bretteville
Max Bruinsma
Siân Cook
Linda van Deursen
Chris Dixon
William Drenttel
Gert Dumbar
Simon Esterson
Vince Frost
Ken Garland
Milton Glaser
Jessica Helfand
Steven Heller
Andrew Howard
Tibor Kalman
Jeffery Keedy
Zuzana Licko
Ellen Lupton
Katherine McCoy
Armand Mevis
J. Abbott Miller
Rick Poynor
Lucienne Roberts
Erik Spiekermann
Jan van Toorn
Teal Triggs
Rudy VanderLans
Bob Wilkinson

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