lunes, 1 de diciembre de 2008

Diseño gráfico para triunfar: una buena idea


Todos odiamos la publicidad. Tu odias la publicidad. Yo odio la publicidad (aunque cueste creer a parte de diseñador gráfico también soy persona) Me revienta cuando estoy viendo alguna emisión en la TV y derrepente la imagen queda reducida al 40% con una perspectiva estúpida para anunciar el nuevo "superéxito" televisivo de la serie Lalola, la cual creo que al final no duro ni dos telediarios. Detesto cuando cortan una película para poner 15 minutos de publicidad, y aun así nos considero afortunados, porque en el lejano oriente te tienes que tragar media hora de publicidad. Ningún lugar es sagrado, en el cine también hay que soportar los anuncios de cocacola antes de los trailers.

Eso es sólo la parte que concierne a los medios, si hablamos de la calle, veremos 500.000 carteles que luchan por ganarse un segundo de atención ante cualquier transeunte. Mupis situados estratégicamente en los semáforos en rojo para que no puedas permitirte ni un momento de descanso cerebral ante el descalabro publicitario. A veces me cuestiono para qué tengo un buzón de correo. Hace 15 años mi prima pequeña y yo nos escribiamos. Era todo un ritual: el mismo día de recibir la carta, nos escribiamos otra y la mandabamos en un tiempo record. Me encantaba mirar mi buzón todas las mañanas a ver si ya habían llegado noticias de mi queridísima prima. Pues bien, década y media después, lo único que recibo en el buzón son facturas del banco, y kg. industriales de publicidad. ¿Cómo no voy a querer quemar esa caja del demonio si solo me trae desgracias? La publicidad es la salsa agria de no recibir cartas de tu prima pequeña. No solamente te escribe vodafone para decirte que te van a cobrar más de la cuenta porque son unos incompetentes, sino que encima, después de no ver ni rastro de tus seres queridos, ves en tu mano unos doce folletos de asquerosa publicidad. Odio la publicidad.

En mi habitación de la casa de mi madre, hay una farola casi pegada a la ventana. Hace un sonido punzante, diminuto, y agudo, que le quitaría el sueño a muchos. Tras los tantísimos años que he vivido allí, me he hecho inmune a ese sonido, y me duermo automáticamente sin escucharlo.

¿No es exáctamente igual la publicidad para el ojo y el oido?

Recibimos cerca de un millón de impactos publicitaros al día. Nos hemos anestesiado ante ese intruso de forma que nuestro cerebro se apaga sin mayor demora. Sólo tres de un millón de los impactos publicitarios, son recordados al día siguiente.

Vease un ejemplo de un anuncio que recordaría al día siguiente:




Humorístico, gracioso, directo. Eficaz. Eficaz porque tiene una IDEA, el valor más preciado del diseño gráfico. Da igual que manejes el photoshop como nadie, si no logras pasar la barrera protectora del cerebro ante la publicidad, sólo pasarás como una imagen bonita y fugaz, pero sin recordar la marca, ni el mensaje, ni nada.

La buena publicidad es la que dibuja sonrisas en las personas normales, y la que a los diseñadores nos hace decir "Dios, por qué no se me ha ocurrido a mi?" junto a la sonrisa, claro está. Las buenas ideas se presentan ante el espectador como, ehem, una sesión sexual: trata a una mujer deprisa y corriendo saltándote los preeliminares, y al día siguiente serás motivo de risa entre su círculo íntimo de amigas, cuando describra lo mal que lo hiciste en la cama (y como en el mundo de la publicidad, una mala fama te persigue siempre) sin embargo, si te tomas medidas básicas como estar excelentemente limpio, aplicar la cosas con calma, paso a paso ,y escuchando lo que quiere (otra analogía de marketing) a cada momento, tienes el éxito garantizado. Para una buena experiencia hace falta dedicación y no ser impulsivo, o breve...


Otros anuncios que serían recordados (en especial el de spiderman...)




¿Por qué? porque todos siguen la misma fórmula mágica. El producto no es el protagonista, lo es la imaginación. En estas imágenes lo primero que se ve es una escena que intenta decir algo. La leemos sin saber que hay un anuncio detrás, y es precisamente eso lo que funciona: publicidad que no trata de parecer publicidad. Después de leer la escena y sorprendernos, aparece el producto para que relacionemos esa buena sorpensa con la marca, y asi enlaza dos conceptos: lo bueno + lo que se quiere promocionar. Y ya está, trabajo hecho. Los anuncios de coches que mas venden son los que no aparecen ningún coche, precisamente. Los anuncios del producto en primer plano y un texto alabando sus propiedades, han dejado de ser efectivos hace mucho tiempo.

Para finalizar:



Publicidad polémica! mi favorita después de la publicidad de guerrilla. El de la caja de cerillas no es nada agresivo, es más, es una muy buena idea. Pero los dos siguientes, para la revista Ché, decir que son degradantes para la mujer y que los de la revista deberían ser enterrados en cemento, es poco. Ironicamente los anuncios en la que la figura del hombre es degradada, son bien vistos y aceptados. Sin embargo, por muy repulsivo que nos parezca este trato a la figura femenina, como publicidad es impactante y bien lograda. Ya decía uno que hasta la mala publicidad es buena. Estos carteles habrán sido comentados por 700 asociaciones en defensa de la mujer, en los medios, en blogs de todas partes, etc, por lo que las ventas de la subsodicha reivsta habrán subido por las nubes, seguramente. ¿Consiguieron su objetivo o no? Quizas fueron mujeres quienes hayan concebido este anuncio, quien sabe! Si mañana te acuerdas de estos carteles, es que por mucho que nos desagraden, son buenos.

2 comentarios:

Oscar Eduardo dijo...

Ha sido uno de los mejores articulos que he leido, soy estudiante de diseño de 8vo. semestre y estoy harto de ver como nosotros los diseñadores podriamos tener el mundo comercial y conceptual en nuestrass manos, pero tenemos que relegarnos a unos sujetos que visten a la moda con la camisa dentro del pantalon y hablando por el ultimo celular del mercado y quienes piensan que nosotros lo unico q hacemos es dibujar

Javi dijo...

También soy un diseñador que odia la publicidad, coincido contigo en muchas cosas, excepto en la coloración que has elegido para el blog, aunque te lo agradezco, con estas nuevas dioctrias seré más inmune a la publicidad. Saludos.